Fue reconocida hace más de dos siglos por el médico naval británico James Lind, que la prevenía o curaba añadiendo cítricos a la dieta. Es causada por la carencia grave de vitamina C (ácido ascórbico) en la alimentación. El nombre químico de la vitamina C, ácido ascórbico, proviene de la raíz latina scorbutus. Era común en los marinos que subsistían con dietas en las que no figuraban frutas frescas ni hortalizas ,reemplazando éstas con granos secos y carne salada.
El escorbuto se vincula a una deficiencia profunda y duradera de vitamina C. causa debilidad general, anemia, gingivitis y hemorragias cutáneas. Si no se trata, puede ser perjudicial, creando un déficit de las funciones en las que interviene la vitamina C, como la protección de las paredes de los vasos sanguíneos, la inmunidad para la defensa del cuerpo y la cicatrización, entre otras. . La enfermedad es frecuente en personas que no consumen ninguna fruta ni verdura con esta vitamina. La vitamina C no es sintetizada por el cuerpo y, por lo tanto, se debe suministrar necesariamente a través de la dieta.
Síntomas
Puede causar dolores de cabeza, cansancio, pérdida de peso y mayor susceptibilidad a las infecciones. En caso de deficiencia grave, hay un empeoramiento de estas señales y aparecen hemorragias múltiples.
Diagnostico
Para confirmar el diagnóstico y, por lo tanto, la falta de vitamina C, se prescriben algunos análisis de sangre. Y se evalúa la forma de vida y alimentación del paciente.
Tratamiento
Para tratar el escorbuto, los pacientes deben ingerir vitamina C y adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, con la ayuda de un nutriólogo. En caso de complicaciones, los síntomas se pueden curar con tratamientos personalizados.
Prevención
Para evitar la aparición del escorbuto, es suficiente al igual que para prevenirla consumir diariamente alimentos con vitamina C. La dosis recomendada es de, aproximadamente, 110 mg por día.
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